La Vanguardia
Los grupos de delincuencia organizada se han aprovechado “del miedo, la incertidumbre y las dudas” que el brote de Covid-19 genera entre sus posibles víctimas para atacar de formas “cada vez más sofisticadas”, según indica KPMG, que señala que “el deseo de información, seguridad y apoyo ha provocado que aumente la vulnerabilidad tanto de las empresas como de los particulares”.